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jueves, 28 de abril de 2011

A mi no me engañan

Atizar odios y rencores, propagar y alimentar temores, divide, solo sirve a los que quieren mantener la patria secuestrada. No, yo no apoyo ninguna acción contra aquellos que critican al sistema y luchan contra el; todos sabemos que hay infiltrados entre ellos, pero eso no quiere decir que todos son infiltrados, ese temor, esa división es lo que quiere fomentar el régimen para frenar las ansias de libertad del pueblo cubano.
Martí sobre los acontecimientos de Chicago en 1887, dijo:  "

 Y es porque esos míseros, dándose a sí propios como excusa de su necesidad de destrucción, las agonías de la gente pobre, no pertenecen directamente a ella, ni están por ella autorizados, ni trabajan en construir, como trabaja ella; sino que son hombres de espíritu enfermizo o maleado por el odio, empujados unos por el apetito de arrasar que se abre paso con pretexto público en todas las conmociones populares, pervertidos otros por el ansia dañina de notoriedad o provechos fáciles de alcanzar en las revueltas,—y otros, ¡los menos culpables, los más desdichados! endurecidos, condensados en crimen, por la herencia acumulada del trabajo servil y la cólera sorda de las generaciones esclavas." 
O sea que el vió como nos hacían pelear a unos contra otros y de esa lucha fratricida sacan provecho los que aspiran al poder o a mantenerse en el. 
No debemos seguirles el juego, luego, después del rayo y del fuego habrá tiempo para limpiar la casa.
Debemos tener claro quien es el enemigo, contra quien luchamos.

A mi no me engañan y a ti.