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jueves, 9 de noviembre de 2017

Abuela

Mi abuela materna era un personaje muy respetado en el pueblo y de ella se cuentan múltiples anécdotas. 
Me contaba como cuando las  tropas de Máximo Gómez  pasaron por su casa en el campo, los hombres hambrientos y sin parar de marchar se comían la comida de los cerdos.
A una pregunta mía sobre los rusos, me dijo: mira estos son rubios y con los ojos verdes como los americanos y quieren lo mismo que ellos , dominar este país, " no quiero a ninguno de los dos".

Tuvo 16 hijos y la recuerdo con más de 80 años con un hacha en las manos partiendo leña en el patio.
Hay una anécdota que se me quedó grabada para siempre y es la siguiente:
pasó por su casa un hombre del pueblo (miliciano) y le pidió sal y ella le dijo "aquí no hay sal para los comunistas", después que dicho hombrecillo recorrió todo el pueblo y no pudo conseguir sal, lo llamó y le dio una bolsa de sal. Esto sucedió en un pueblo que había sufrido destierros masivos y que estaba en pleno centro de operaciones de la guerra entre alzados y milicianos y ocupado por miles de milicianos , con helicopteros y armas de todo tipo.
Esto demuestra por un lado  su  desprecio al comunismo y su fortaleza de carácter y por otro su bondad.
Yo digo como abuela: 
                
             a los comunistas ni sal...

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